Textos

jueves, 15 de octubre de 2009 | |

Cartografía del arte contemporáneo


Víctor Hugo Martínez

Este miércoles, en algún lugar del mundo, se celebró una de tantas convenciones mundiales del Arte de Todos los Tiempos, en la que participaron célebres críticos, artistas y demás personalidades relacionadas con el mundo del arte.
Cabe destacar que aunque las opiniones de algunos ponentes llegaron a ser muy rígidas, y se presentaron acalorados debates de ideas antagónicas entre los asistentes, el evento se realizó en total calma y respetom, poir lo que no hubo sucesos que pasarán a mayores.
El evento inició con la conferencia magistral “Divergencias entre el arte antiguo y el contemporáneo”, a cargo de uno de los filósofos más reconocidos en la historia, Platón.
En dicha conferencia, el estudioso propuso que el arte contemporáneo iba por caminos erróneos, debido a que el arte es una imitación de los objetos del mundo y que la verdadera belleza se intuye, no se puede observar con la vista, por lo que resultaría inútil buscar belleza en los objetos.
Además expresó su total desacuerdo a que el arte constituya un medio de crítica social y política, pues, dijo, “no puede ser posible que una perfecta imitación de los objetos tenga contenidos que lleven a la reflexión”.




La conferencia estuvo casi desierta y la mayoría de los asistentes eran filólogos , también hubo algunos artistas que salieron enojados ante las afirmaciones de Platón.
Otra notable conferencia la dictó el prestigiado filósofo Emmanuel Kant, la cual estuvo poco asistida, no obstante, menos de la mitad de las sillas del auditorio estaban vacías.
En “El arte como belleza pura” se presentaron los más acalorados debates, pues después de que el filósofo aleán asegurara que el arte únicamente se refiere a a la belleza, y que no puede ser explicado mediante conceptos, es decir, que para admirar el arte “hay que aventarse a la alberca de la belleza y no preguntar nada al respecto”.
En cuanto a la pregunta de si el arte está ligado a las emociones, Kant negó rotundamente ese hecho, más nunca logró explicar qué era la belleza pura y cómo accederá a ella.
No obstante, uno de los asistentes cuestionó si era posible que el arte tuviera bases teóricas radicalmente diferentes a la del ponente, ya que recordó que algunas corrientes del arte contemporáneo habían optado por la abandonar la teoría de este filósofo. Y preguntó si se retractaría de sus razonamientos.
A la defensa de Kant salió Clement Greenberg, quien argumentó que el arte debería preocuparse por las formas bellas y armónicas, y solamente ser arte.
El debate se acaloró y llegaron a calificar de necios pensamientos la teoría de Kant, pues afirmaban que se oponían al cambio de visión del mundo que se tenía en la contemporaneidad, pues no se podía, ni se debía, dejar que los fundamentos del arte dependieran de teorías cerradas, sino de razonamientos libres de restricciones.
Asimismo, señalaron que un mundo plural, en donde convergían formas de pensar que podían ser antagónicas entre sí, ya era un hecho y un proceso que no se podía detener; recordaron que los estudios multidisciplinarios llegan a usar manifestaciones artísticas para hablar de temas sociales, políticos o de diversa índole. Por ello plantearon al conferencista que replantee sus teorías.

Las propuestas contemporáneas
La mesa redonda “Adiós a las teorías filosóficas de las artes” fue una de las más esperadas, pues además de que es un tema que actualmente preocupa a los estudiosos del arte (y a los de la filosofía), muchos artistas han optado por esta opción.
Entre los ponentes se hallaba Joseph Kosuth, quien dijo que había que separar los comentarios sobre el arte las obras de arte, por lo que invitó a los asistentes a ver las obras como medios de reflexión.
Por su parte, Arthur C. Danto cuestionó si era posible hacer una reflexión del arte, como espectador, sin recurrir al contexto de una obra. Lo anterior debido a que consideró ambigua la aseveración de Kosuth, y a que Danto expuso que las obras de arte deben de tener una hilo conductor, brindado por el artista, para comprender el mensaje.
Por otro lado, Andy Warhol comentó que el arte no deja de ser un producto publicitario, no obstante, que ese mismo producto puede encarnar la crítica hacia la publicidad y al sistema político y económico que sostiene al arte, en este caso el capitalismo.
Aunque evitó hablar de las teorías clásica de la belleza, era notorio que no considera que el arte deba ser necesariamente bello; destacó que toda obra se realiza mediante un proceso mecánico y que en está época todos podrían ser famosos por 15 minutos.
No obstante, Jean Baudrillard se cuestionó si en realidad el arte cumple su labor crítica, pues señaló que muchas veces la crítica se confunde con el espectáculo, y se mercantiliza ese producto.
El filósofo del siglo XX aseguró lo anterior debido a que, a su decir, política, arte, cultura y lo que comprende a las actividades humanas se habían vuelto un gran reality show del mundo.
Destaca que la mayoría de los ponentes aceptaban que para entender el arte contemporáneo se debía dejar atrás las teorías clásicas (Platón y Kant entre ellas) y recurrir a lo que el artista establezca como estéticamente correcto. Kosuth difirió en el sentido de que el mensaje no es el mismo para todos los observadores, sin embargo, estuvo de acuerdo con el punto anteriormente expuesto.

Debates sobre el pluralismo
En el evento final, la mesa redonda “El pluralismo como rector del pensamiento actual”, se abordó la problemática de cómo diversas formas de pensar pueden coexistir en un mismo espacio geográfico.
Al respecto, Giovanni S. alertó sobre algunos peligros del multiculturalismo, pues argumentó que no se puede dejar a la deriva una actividad como el arte, ya que esta también debe estar delimitada conceptualmente.
Lo anterior, debido a que la amplitud del concepto arte, y sus diferentes significados –inclusive antagónicos unos con otros- nos llevan a pensar que puede haber “expresiones de no arte” que desvirtúen el verdadero significado. No obstante, destacó que la postmodernidad no permite un concepto único, por lo que no se puede saber qué es arte y que no.
Levíne, una de las principales representantes del simulacionismo dijeron que el arte, al ser una actividad que puede crear obras con diversos significados, puede ser cualquier cosa. Añadió que las reinterpretaciones de obras de arte anteriores no son meras copias, sino que tienen valor como arte porque se encuentran en los museos, y descartaron el valor conceptual de cualquier obra.
A su vez, Platón, quien acudió en esta ocasión como asistente, expresó que son validas las otras formas de pensar, aunque lamentó que en estas épocas haya tanto caos conceptual en todo.
Por su parte, algunos jóvenes creadores celebraron la libertad de elegir marcos teóricos para fundamentar sus obras de arte, y dijeron que no había mejor aportación al arte que la posibilidad de diversificar las manifestaciones culturales a partir del punto de vista personal.
En resumen, la convención llegó a la conclusión de que el arte no se puede entrampar en marcos teóricos rígidos, y que se deben respetar a todas las manifestaciones culturales del mundo.




En casa de Teresa
Fotografía digital
MAO


PD. El lugar de la convención no importa, es simbólica.
P.D.2. Este evento es meramente posible.
P.D.3. Las afirmaciones de los personajes no son necesariamente propias de estos.

0 comentarios: